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lunes, marzo 29, 2010

Lo que televisa calla…*








Tomados de La Jornada, Hernández, Helguera y Rocha y El Universal, Helioflores.


Jenaro Villamil

Aunque Grupo Televisa lo ha negado, el dueño del Bar Bar, Simón Charaf, confirmó lo que ha publicado Proceso: que el voraz consorcio televisivo dispone de una serie de empresas “pantalla” que, con la participación accionaria de ejecutivos de Televisa, llegan inclusive a contratar espacios informativos para posicionar partidos o personajes políticos como Enrique Peña Nieto…



La revelación de Simón Charaf, dueño del Bar Bar, de que Televisa lo ha presionado y amenazado para que venda 49% de sus acciones en la empresa Imagen y Talento Internacional, confirma la existencia de un complejo entramado de empresas “pantalla” que funcionan como brokers o intermediarios del consorcio mediático, en los cuales participan ejecutivos y algunos miembros del Consejo de Administración de la compañía, sin informar a accionistas minoritarios y en franca violación a su propio “Código de Mejores Prácticas Corporativas”.

En la edición de Proceso del 31 de enero de 2010, la reportera Gloria Leticia Díaz reveló que Simón Charaf, exesposo de Lupita Jones, ganadora en 1991 del certamen Miss Universo y una de las personas más cercanas al equipo actual de Azcárraga Jean, es socio de Televisa en la empresa Imagen y Talento Internacional y participó, junto con Jones, en el consejo de administración de Promo-Certamen, donde Grupo Televisa tenía acciones mayoritarias.

En ambos casos, se trata de compañías dedicadas a la “representación de personalidades del medio artístico, deportivo, de la moda, intelectual, político y científico”, así como a “la promoción, producción, realización, administración y comercialización, en general, de todo tipo de eventos, espectáculos y concursos de carácter internacional”, según consta en los folios 279989 y 188675 del Registro Público de la Propiedad, correspondientes a Imagen y Talento Internacional y a Promo-Certamen.

Tras haberse publicado esta revelación, ni Televisa ni Charaf confirmaron o negaron los vínculos de negocios que los unieron y que ahora los confrontan.

Ahora, él denuncia que Alejandro Benítez, director de Comercialización de Talentos de la empresa, lo amenazó si no vendía al consorcio 49% de sus acciones en Imagen y Talento Internacional.

Benítez, mejor conocido como El Pelón en los círculos internos de Televisa, trabaja bajo las órdenes de José Antonio Bastón Patiño, presidente de Televisión y Contenidos, y es cercano a Alfonso de Angoitia, poderoso vicepresidente ejecutivo y miembro del Comité Ejecutivo de Grupo Televisa. De Angoitia ha desplazado en los últimos dos años a Bernardo Gómez, también vicepresidente ejecutivo, como el principal estratega de Emilio Azcárraga Jean. Estos cuatro jóvenes se hacen llamar Los Cuatro Fantásticos y manejan las decisiones centrales de la principal empresa de comunicaciones del país.

Charaf no sólo confirmó su sociedad con Televisa. También indicó que la televisora está detrás de la utilización de personajes del medio artístico para promocionar a partidos, como en el caso del Partido Verde, o a gobernadores, como el mexiquense Enrique Peña Nieto, a cambio de jugosos contratos publicitarios, cuyos montos reales se mantienen al margen de la fiscalización pública.

El empresario confirmó así lo que Proceso ha documentado desde octubre de 2005 y que ha sido insistentemente negado por Televisa y los gobiernos clientes: la existencia de una red de empresas como TV Promo, S.A. de C.V. y Radar Servicios Especializados en Mercadotecnia, S.A. de C.V., a través de las cuales realiza los contratos multimillonarios para vender sus espacios publicitarios, sus contenidos informativos e, incluso, la cobertura noticiosa favorable a políticos y gobiernos.

En el caso de Peña Nieto, Proceso obtuvo la copia del primer contrato multimillonario firmado en 2005 entre el gobernador del Estado de México –a través de su director de Comunicación Social, David López– y las empresas brokers de Televisa –a través de Yéssica Miranda, como representante de TV Promo y Radar Servicios Especializados.

Se trató de un plan de comunicación política por 742 millones de pesos, el primer año, de los cuales 691 millones de pesos se dedicarían a publicidad televisiva, así como a asesoría en materia política y de comunicación favorable al gobernador mexiquense para conseguir, en 2011, “fortalecer su liderazgo a nivel regional y su proyección a nivel nacional e internacional”.

Un esquema muy similar se documentó en otros contratos por 331 millones 890 mil pesos firmados en 2005 y 2006 con el gobierno de Tabasco, encabezado por Manuel Andrade y volcado en ese momento en la campaña presidencial de Roberto Madrazo, exgobernador y candidato presidencial del PRI. Casi 80 millones de pesos de ese contrato se destinaron a dos cápsulas o “infomerciales” por mes en los noticiarios Primero Noticias, Lolita Ayala y Joaquín López Dóriga.

En ambos casos, los convenios se firmaron con TV Promo y con Radar Servicios Especializados en Mercadotecnia. El vínculo entre ambas compañías es Alejandro Quintero Íñiguez, vicepresidente corporativo de Comercialización y miembro del Comité Ejecutivo de Grupo Televisa, responsable de la venta de espacios publicitarios y de la comercialización de los segmentos informativos.

TV Promo y Radar Servicios Especializados también le han facturado a los gobiernos federales de Vicente Fox y Felipe Calderón millonarias cantidades por la producción de “spots, infomerciales, programas especiales, mensajes presidenciales” y campañas especiales para los informes de gobierno.



Investigación sobre TV Promo



A pesar de los múltiples indicios que vinculaban al principal funcionario de Televisa responsable de la comercialización en la pantalla y en los otros negocios de la empresa (radio, editoriales, espectáculos, cine), la dirección corporativa de Comunicación de Televisa le comunicó a Proceso, en octubre de 2005, que “TV Promo NO representa a Televisa en sus tratos comerciales con partidos políticos, ni con ninguna otra instancia política o gubernamental”.

Sin embargo, en enero de 2007, en su reporte ante la Securities Exchange Commision (SEC), Televisa admitió ante el organismo regulador bursátil de Estados Unidos que TV Promo realiza intermediación con diversos clientes. Admitió que “Alejandro Quintero tiene directa o indirectamente participación” en TV Promo y en otras empresas como Producción y Creatividad Musical, S.A., Maximedios Alternativos y TV Promo Internacional, ya que estas compañías “definen tarifas aplicables a terceros que adquieren servicios de publicidad, las cuales son más bajas que las tarifas que regularmente se pagan”.

La relación poco clara entre TV Promo, Quintero y Televisa despertó suspicacias en los principales bancos de inversión y consultorías de Estados Unidos. La principal sospecha es que a través de ésta y otras compañías, el grupo encabezado por Azcárraga Jean realizara un fraude a accionistas minoritarios de Televisa, al no reportar en sus cuentas los ingresos reales por publicidad política proveniente de los gobiernos y los partidos políticos.

En enero y febrero de 2007 este reportero recibió una comunicación de Davis Bell, analista financiero del banco de inversión Bearn Stearns. Este corporativo, especializado en análisis de riesgos de inversión sobre grandes compañías, expresó en un correo electrónico lo siguiente:

“Estamos con muchas ganas de averiguar más sobre Grupo TV Promo y sus vínculos con Grupo Televisa. Nos gustaría obtener TODA la información que podamos sobre el tema. En su artículo se refiere a varios documentos públicos. ¿Todavía los tiene? ¿Sabe usted cuáles otros empleados y directores de Televisa tienen un interés en TV Promo?”

La investigación de Bearn Stearns se canceló. En marzo de 2008 este banco de inversiones quebró, pero quedaron constancias de algunos análisis, realizados por Christopher Recouso, sobre la expansión de Televisa en el negocio de la televisión por cable y sus vínculos políticos.

Otro indicio de los nexos entre TV Promo y Televisa es un dictamen de abril de 2008, realizado por los auditores de Price Waterhouse Coopers y dirigido a los accionistas de Grupo Televisa. En el apartado “transacciones con partes relacionadas”, los auditores anotan que Grupo TV Promo tiene “cuentas por cobrar” por 103 millones 500 mil pesos a favor de Televisa, y anota lo siguiente:

“Durante 2006 y 2007, el Grupo (TV Promo) pagó comisiones sobre ventas a una empresa en donde un miembro del consejo y ejecutivo de la compañía (del Grupo Televisa) es un accionista, por un monto de 113 millones 972 mil y 49 millones 614 mil pesos, respectivamente.”

Los tentáculos de TV Promo llegan a otras firmas, como es el caso de Grupo Crea TV, compañía dedicada a “la producción y desarrollo en espectáculos y eventos artísticos de cualquier índole”, según el folio número 249801 del Registro Público de la Propiedad.

En esta empresa, creada en marzo de 1999, participaron como accionistas y apoderados, inicialmente, Eduardo Medina Mora Icaza, exdirector del Cisen y exprocurador general de la República, amigo desde la infancia de Bernardo Gómez, vicepresidente de Televisa; Carlos Quintero Íñiguez, hermano de Alejandro Quintero y socio también de TV Promo; Alejandro Soberón Kuri, accionista del Consorcio Interamericano de Entretenimiento (CIE), una de las firmas de espectáculos más grandes de América Latina, que se distanció de Televisa a raíz de la entrega en 2005 de 130 permisos para que la televisora operara centros de apuestas y salas de sorteos de números. También participó como apoderado el escritor Héctor Aguilar Camín, exconductor del programa Zona Abierta.

En enero de 2004 se realizó una reestructuración para incorporar como vocal de Crea TV a Federico González Compeán, responsable de comunicación y vocero oficial de Televisa. El 29 de julio de 2005 la asamblea general ordinaria de Grupo Crea TV ratificó a González Compeán.



El Grupo Piljo



Menos conocido y documentado que TV Promo es el Grupo Piljo, S.A. de C.V., creado el 3 de julio de 2001, teniendo como principal accionista a Bernardo Gómez, vicepresidente ejecutivo de Televisa, con el 99%, y como apoderado a Joaquín Balcárcel Santa Cruz, quien ha fungido también como apoderado y abogado general de Televisa.

Grupo Piljo tiene como objeto “vender, comprar, fabricar, distribuir, comercializar, promover, importar, arrendar, exportar, otorgar en usufructo o de cualquier otra manera comerciar con toda clase de productos, bienes inmuebles, equipo, sistemas y máquinas”.

Grupo Piljo adquirió dos terrenos en una zona exclusiva de Valle de Bravo, en la exhacienda Casas Viejas. Uno mide 207 mil 422 metros cuadrados y tuvo un costo de 4 millones 107 mil pesos, y el otro, de 70 mil metros, se compró en 1 millón 848 mil pesos. El primer terreno se ubica junto al hotel ecológico Rodavento, y es ahí donde tanto Emilio Azcárraga Jean como Bernardo Gómez han construido dos mansiones colindantes.

En paralelo, Grupo Piljo le compró el 15 de junio de 2004 a Emilio Azcárraga Jean el predio número 104 de Bosques de Avándaro, con una superficie de mil 656 metros cuadrados, por un total de 4 millones 120 mil pesos. Esta es la misma propiedad que la mayoría de los pobladores de Valle de Bravo identifican como la casa original del “dueño de Televisa”, a la orilla del lago. Las dos únicas firmas en la escritura son las de Bernardo Gómez, accionista de Grupo Piljo, y la de Azcárraga Jean, presidente del Consejo de Administración de Televisa.


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Televisa en el Bar Bar: hasta el tuétano*


Gloria Leticia Díaz

El pleito por el control de actores y deportistas entre Televisa y Simón Charaf exhibe el uso electoral de más de media docena de “talentos” contratados para “avalar” campañas electorales y de imagen de partidos políticos y gobernadores. En entrevista con Proceso, el dueño del Bar Bar –donde casi muere el futbolista Salvador Cabañas– denuncia haber recibido amenazas de muerte. La Televisora y la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal lo desmienten.



Dos meses después del atentado contra el futbolista Salvador Cabañas en el interior del Bar Bar, el dueño del establecimiento, Simón Charaf Medina, da cuenta de los negocios millonarios que la empresa Televisa tiene con gobiernos de los estados y partidos políticos, así como de las jugosas campañas publicitarias que se efectúan a través de los “talentos” del Canal de las Estrellas.

Charaf hace estas revelaciones luego de que fue marginado de los contratos a los que, asegura, tenía derecho por ser socio del consorcio de Emilio Azcárraga Jean en la empresa Imagen y Talento Internacional (ITI), la cual, sostiene, pretenden arrebatarle mediante amenazas de muerte. De éstas responsabiliza a directivos “de alto nivel” de Televisa y a autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

En su edición 1735, Proceso reveló que Charaf Medina (exesposo de la Miss Universo 1991 Lupita Jones) mantenía relaciones de negocios con Televisa desde 1994, de acuerdo con documentos del Registro Público de la Propiedad y el Comercio (RPPC) del Distrito Federal.

De 1994 a 2000, Charaf fue socio de Televisa en Promo Certamen, empresa dedicada a la promoción y comercialización del Certamen Señorita México (folio mercantil 188675).

En 2005 quedó incorporada en el expediente de Imagen y Talento Internacional la sociedad con altos directivos del consorcio televisivo: Joaquín Valcárcel Santa Cruz, vicepresidente jurídico; José Antonio Bastón Patiño, vicepresidente de Televisión y Operaciones; Salvi Rafael Folch Viadero, vicepresidente de Planeación Finaciera; Jorge Lutteroth Echegoyen, vicepresidente contralor del corporativo, y Rafael Carabias Príncipe, vicepresidente de Administración (folio mercantil 279989).

Televisa es socio mayoritario de ITI con 51% de las acciones; Charaf posee 49%.

Según el convenio accionario, el objetivo de la empresa es “la representación, promoción y contratación de personalidades, artistas, deportistas y conductores (‘las personalidades’), a efecto de comercializar en cualquier forma permitida por la ley campañas y proyectos publicitarios, promocionales, de relaciones públicas, conferencias, líneas de comerciales y productos, así como cualquier actividad semejante o conexa a las anteriores (‘la promoción publicitaria de personalidades’)”.



Viejos amigos



Tras aclarar que después de su divorcio con Lupita Jones en 2000 le cedió sus acciones de Promo Certamen, Simón Charaf dice en entrevista que mantenía una “buena relación con la gente de Televisa; eran clientes muy asiduos míos (en el Bar Bar), los veía muy seguido en el negocio”, y eso lo animó a crear ITI.

En 2004, apunta, se dieron los primeros acercamientos de Televisa para asociarse con él en ITI, que entonces contaba con más de 100 “talentos” como representados.

Dice que en esa época “un enviado de una televisora extranjera” –al que no identificó– le manifestó su interés en adquirir ITI, toda vez que se especulaba que el mercado de telecomunicaciones sería abierto a la inversión extranjera.

Según Charaf, el mayor atractivo que él vio en la sociedad con la empresa de Azcárraga Jean fue el compromiso asentado en el convenio de accionistas de que todos los talentos de Televisa estarían obligados por su contrato a “hacer cualquier actividad comercial, aunque sea con Televisa”, a través de ITI.

Ello implicaría, explica, pasar de una plantilla de talentos “de 100 a 500 u 800, considerando que se están renovando todo el tiempo”.

En la lista de personajes sobre los que ITI tendría injerencia destacan “los deportistas que tiene Televisa en América, Necaxa y San Luis, es decir de una exclusividad de todo su talento”.

Charaf se entusiasmó porque, además, entre las cláusulas del convenio se establece la no competencia entre los socios, así como la prohibición de que fuera de la empresa realicen actividades equiparables al objeto de ITI, que es la “promoción publicitaria de personajes”. Otro candado señala que las decisiones de la compañía sólo podrían tomarse por “dos consejeros nombrados por Televisa y por lo menos uno de los consejeros nombrados por el señor Charaf, o bien con 60% del voto favorable de los accionistas”.

Sin embargo, en la operación hubo algunas trabas. Actrices como Lucero y Angélica Rivera, por ejemplo, que han promocionado al gobierno de Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México y aspirante a la presidencia, trabajaron fuera de los lineamientos del convenio por indicaciones de la televisora.

“La verdad, para no enfrentarme con ese monstruo hemos tenido que acceder”, señala Charaf, quien dice que su empresa ha invertido en la promoción de las personalidades entre los gobiernos estatales para que funjan como “avales”, así como entre empresas comerciales para campañas publicitarias.

Asegura que en los últimos años fue excluido de las ganancias de al menos 100 proyectos en los que participaron “talentos” de Televisa. “Por cada talento cobramos al menos 1 millón de pesos, sólo en la promoción; de lo demás se encarga Televisa. Por eso quieren apropiarse del negocio”.

En abril de 2008, ITI realizó la campaña promocional del estado de Hidalgo, con Irán Castillo como figura, y después de ese proyecto “ya no nos dejaron participar en ese tipo de campañas porque vieron el tamaño del negocio”.

Charaf es cuestionado sobre su relación comercial con TV Promo, creada por Alejandro Quintero Íñiguez, vicepresidente Corporativo de Televisa, y que, junto con la empresa Radar Servicios Especializados en Mercadotecnia, “han sido mencionadas como mecanismos para maquillar los costos en spots y la venta subrepticia de tiempo-aire en espacios informativos de Televisa a manera de gacetillas electrónicas, que finalmente no se reportan como ingreso de publicidad en la televisora”, de acuerdo con un reportaje de Jenaro Villamil. (Proceso 1512)

“Muchos proyectos los trabajábamos de la mano. La función de TV Promo, según entiendo, es promoción y activación de marcas, y nosotros éramos los que proveíamos el talento. Lo que hacemos nosotros es promoción de personalidades, ya el resto lo hace Televisa.”

–A TV Promo se le adjudican campañas políticas para gobernadores como Enrique Peña Nieto.

–No sé quién lo haya hecho, lo desconozco. Nuestro alcance está en la promoción de la personalidad: mandamos CD o DVD a las empresas más importantes y en algún momento a los gobiernos de los estados para que sean sus avales. Cuando TV Promo o cualquier empresa ha requerido algún talento, lo que hacemos es proveerle al talento y cotizarle al talento, nuestro alcance no llega más allá.

Entre las campañas de las que dice haber sido marginado, sólo en 2009, están la de Chantal Andere, con Convergencia; Ernesto Laguardia, con el estado de Coahuila; Itatí Cantoral, con Hidalgo, y Maite Perroni y Raúl Araiza, con el Partido Verde Ecologista de México.

Esta última campaña le habría reportado ganancias a ITI por 600 mil dólares, pero, asegura, fue operada directamente por Televisa. Y eso fue la puntilla para el empresario de origen libanés, pues su empresa elaboró a petición del PVEM la campaña electoral de 2009, que tuvo como tema central la promoción de la pena de muerte. El proyecto, dice, fue rechazado por Televisa, pero después apareció en las pantallas.

Charaf entregó a Proceso el registro de la comunicación que sostuvieron el exdiputado federal del PVEM Jesús Sesma y la directora de Relaciones Públicas de ITI, Grisel Charaf, en marzo de 2009, para diseñar la campaña electoral, que incluía cineminutos, espectaculares, parabuses, revistas y cartas a domicilio.

Charaf buscó en varias ocasiones, sin éxito, a Emilio Azcárraga para exigirle una explicación, hasta que en diciembre Alejandro Benítez Cueto, directivo de Televisa y apoderado de ITI, le ofreció comprarle su paquete accionario, “por una cifra ridícula”. Charaf se negó, y respondió que preferiría vender a un tercero, lo que provocó la furia de Benítez, quien lo amenazó con un litigio.

Según el empresario, las amenazas arreciaron tras el intento de asesinato de Cabañas, el 28 de enero, luego de enviar un correo electrónico a Azcárraga Jean en el que reclamaba que desde los noticiarios de Televisa se orquestaba una campaña mediática en contra del Bar Bar, al que señalaron como sitio de prostitución y drogas. Charaf le recordó al hijo del Tigre Azcárraga que él, lo mismo que “innumerables ejecutivos del más alto nivel de Televisa” y sus estrellas, eran clientes de su negocio.

Cuenta que Benítez le habría insistido en que la única salida para detener esa campaña era que accediera a vender sus acciones, pero afirma que nuevamente se negó.

“Entonces los ataques seguirán. ¿Qué no te queda claro que quienes mandamos sobre la autoridad y hasta sobre el mismo presidente de la República somos nosotros?”, sostiene Charaf que le dijo Benítez.

El empresario dice que no pretende buscar justicia con su denuncia, sino mantenerse vivo:

“Lo que espero es que no me vayan a matar. Hay alguien involucrado, de muy alto nivel. Y a mí me dijo el señor Benítez que esto obviamente no era algo que me decía a título personal, él es el mensajero, de que si no accedo a soltar el 49% (de su empresa) van a continuar los ataques.”

Charaf dice que durante los primeros días de las investigaciones del caso Cabañas recibió otra amenaza de un “funcionario cercano al procurador Miguel Mancera”, al cual tampoco identifica en la entrevista.

Según el empresario, el subprocurador de Averiguaciones Previas, Luis Genaro Vásquez, a través de su representante legal Jorge Antonio Domblas, le advirtió que acudiera a los medios para denunciar las presuntas irregularidades.

“Cuando se enteraron de que teníamos una copia del video original y que pensábamos utilizarlo para evidenciarlos, se enfurecieron. Diez días después del atentado de Cabañas, una persona cercana al procurador me buscó y me amenazó de que si decíamos algo, me iban a romper la madre a mí y a mi familia”, acusa.

Dice que realmente tiene miedo, porque la información que ha difundido a través de su página web (laverdadsobreelbarbar.com) “revela el poder de Televisa y el sometimiento de la autoridad, porque no puede ser que todas esas imágenes que ellos tienen, hasta de mejor calidad, nunca las hayan dado a conocer”

Y advierte: “Cualquier cosa que me pase a mí o a mi familia, responsabilizo a Televisa o a la procuraduría. A mí lo que me preocupa ya es mi vida y la de mi familia. Quien me está amenazando son dos grandes poderes”.



Que lo pruebe



El subprocurador Luis Genaro Vásquez Rodríguez, en entrevista con Proceso, invitó al empresario a formular su querella ante las instancias correspondientes, “acompañada de pruebas”, y sugirió que la información que contiene su página en internet sea presentada como “prueba que ofrezca a la autoridad judicial y que ésta valore”.

Según el subprocurador, los únicos funcionarios de la PGJDF que han tenido contacto directo con Charaf en las diligencias son el fiscal de Álvaro Obregón, Miguel Espejel, y el agente del Ministerio Público Hilarión Guerrero Sánchez.

Durante los primeros días de las investigaciones, la dependencia recurrió a los noticiarios de Azcárraga para dar a conocer sus avances. Aun así, Vásquez Rodríguez aseguró que “a Televisa se le ha dado el trato que a cualquier medio se le ha dado. En concreto, si hemos tenido presiones o lineamientos (de Televisa), no”.

Resume que “de la investigación únicamente está vivo un desglose para dar con el otro coautor de los hechos, que es el sujeto identificado como El Paco. Por lo que respecta a las conductas y omisiones desarrolladas por los exempleados del Bar Bar y del señor Carlos Cázares Ocaña, las investigaciones están cerradas debido que se ejercitó acción penal y está en la etapa procesal, sólo le resta al juez recibir más pruebas, procesarlas y valorarlas”.

En cuanto al presunto autor material, José Jorge Balderas Garza, El JJ, Batman o El Modelo, contra quien hay una orden de aprehensión, dijo que se envió un desglose a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), pues “la multiplicidad de identidades” es un elemento que lo vinculaba con la delincuencia organizada.

En cuanto a los tres escoltas del JJ que trabajaban en el Cuerpo de Seguridad Auxiliar del Estado de México (Cusaem), recordó que están en el Reclusorio Sur sometidos a un juicio por homicidio calificado en el grado de tentativa.

Después de que durante dos días Simón Charaf encabezó una intensa campaña para presentar su página web a través de entrevistas a diarios nacionales, como Reforma, El Universal, Récord y La Jornada, que reprodujeron algunas frases de tres entrevistas radiofónicas con Carmen Aristegui, Televisa respondió con un desplegado firmado por el director general corporativo de comunicación, Manuel Compeán.

En el texto, publicado en varios diarios nacionales, Compeán asegura que la estrategia de Charaf es sólo “para distraer la atención” sobre las “presuntas irregularidades” con las que operaba el Bar Bar, al que ubica como “oscuro antro”.

Compeán califica como “inverosímil y ridícula” la acusación contra Alejandro Benítez y señala que la empresa Imagen y Talento Internacional representó para Televisa ventas netas en 2009 por 8.5 millones de pesos, equivalentes a “0.02% de los ingresos” del consorcio.

Simón Charaf replica: “Si vende esa cantidad es porque muchos de los proyectos, y los proyectos más grandes, Televisa los ha hecho en directo, violando nuestros acuerdos de accionista”.

–¿Esa es la cifra que le ofrecen para comprarle sus acciones?

–Es una cantidad ridícula que no te voy a revelar

–¿Es menor de esos 8.5 millones que dice Compeán?

–Sí, es una cantidad muy baja, una cantidad ridícula.

Al preguntarle por qué no ha recurrido a los tribunales civiles y mercantiles por el incumplimiento de contrato de Televisa, así como por el daño moral que dice que le ha causado a sus empresas, a él y a su familia la campaña mediática de la televisora contra el Bar Bar, Simón Charaf asegura que son asuntos que está estudiando con sus abogados.

–En cuanto a las amenazas que asegura que recibió de funcionarios de la procuraduría, ¿por qué no recurrir a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, si desconfía de las autoridades?

–Es lo que vamos a hacer.

–¿Por qué no lo ha hecho, si ya tienen tiempo esas amenazas?

–Hemos estado atendiendo a los medios.

*Tomados de la revista Proceso.