Las televisoras doblaron al IFE*
Tomados de El Universal, Helioflores y Naranjo.
ÁLVARO DELGADO
Enterado desde la noche del 31 de enero de que Televisa y Televisión Azteca decidieron violar la ley con la interrupción de programas para transmitir, en bloques de hasta seis minutos y de manera sincronizada, promocionales partidistas y del Instituto Federal Electoral (IFE), el consejero Marco Antonio Baños no tenía duda: “Ni modo, las vamos a multar”, anticipó.
Pero Baños cambió repentinamente de opinión: De ser tenaz promotor del castigo a las televisoras, pasó a ser animador del perdón... y de la impunidad.
Todavía la tarde del jueves 12, cuando comenzó a circular el proyecto de la Secretaría Ejecutiva del IFE –que acreditó la violación legal de las dos televisoras y la imposición de multas de hasta 11 millones de pesos–, los impulsores de cancelar el proceso sancionador eran los consejeros Marco Antonio Gómez Alcántar, Francisco Guerrero, Benito Nacif y Arturo Sánchez Gutiérrez, no Baños.
Inclusive Gómez Alcántar, Guerrero y Virgilio Andrade fueron los que operaron directamente con Javier Tejado Dondé, abogado de Televisa, y Ernesto Vidal, publirrelacionista de Televisión Azteca, el convenio con la Cámara de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), que compromete a sus agremiados a “procurar” no reincidir en ese comportamiento y a cuya firma no asistió –para no convalidarlo– el consejero presidente, Leonardo Valdés.
Sin embargo, la mañana del viernes 13, en la sesión del Consejo General, Baños fue el que –sorpresivamente– propuso dejar sin castigo los delitos derivados de las “conductas atípicas” de las televisoras que documentó el IFE y fue respaldado por Gómez Alcántar, Guerrero, Nacif y Sánchez Gutiérrez, en una votación dividida de 5 a 4.
El argumento fue que una vez que se firmó el “acuerdo de voluntades”, en el que los miembros de la CIRT –como Televisa y Televisión Azteca– aseguran que ya no van a transmitir promocionales en bloques y hacen el compromiso de “respaldar, apoyar y acompañar” al IFE en el cumplimiento de sus responsabilidades, quedó “sin materia la litis de este punto”.
Y así fue, aun con el voto en contra de Valdés –quien públicamente renegó del convenio con la CIRT y ratificó las violaciones legales de las televisoras–, y de los consejeros Macarita Elizondo, Alfredo Figueroa y Virgilio Andrade, presidente del Comité de Radio y Televisión, quien había anticipado, la tarde del jueves, que la decisión del IFE no dejaría satisfecho a nadie.
“Siempre habrá quienes estén a favor y siempre habrá quienes estén en contra de lo que nosotros digamos.”
–Como que se dobló el IFE ante las televisoras.
–Exacto. Alguien podrá decir que nos doblamos o alguien podría decir que nos excedimos.
Pacto con Calderón
Aunque consejeros y directivos lo murmuran, sujetos a las presiones que tuvieron de las televisoras para que no quedara constancia de que violaron la ley, el exconsejero electoral Jaime Cárdenas no tiene duda de quiénes negociaron la impunidad de Televisa y Televisión Azteca: “Baños es Manlio Fabio Beltrones y los que aprobaron la propuesta que formuló son la línea dura del PRI y del PAN en el IFE. Esta línea dura es la que salvó a las televisoras”.
Cárdenas Gracia, quien desde el inicio del desafío de las televisoras anticipó que difícilmente el IFE aplicaría una sanción ejemplar, recuerda que Baños –quien junto con Nacif son los únicos consejeros que estarán en el cargo hasta 2016– es un operador de Felipe Solís Acero, exsecretario ejecutivo del IFE y colaborador de Beltrones; Guerrero, confeso priista, fue asesor de Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los diputados del PRI, del que es también cercano el consejero Gómez Alcántar.
Sánchez Gutiérrez y Nacif, los otros dos consejeros que votaron a favor del perdón a las televisoras, están identificados con el Partido Acción Nacional (PAN), cuya representación en el Consejo General del IFE, encabezada por Roberto Gil Zuarth, guardó silencio en el debate del viernes, lo mismo que el representante priista, Sebastián Lerdo de Tejada.
El constitucionalista afirma que en esta trama participó Calderón, porque debió intervenir a través de la Secretaría de Gobernación por las violaciones a la Ley Federal de Radio y Televisión. “Llama la atención la complicidad del gobierno que, ante violaciones a la ley, no actúa. Deja que el IFE sea doblegado por las televisoras, aun cuando se le impone una pequeña multa a una de ellas”.
Al respecto, el también jurista John Ackerman, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que el bloque que votó a favor de sobreseer las sanciones a Televisa y Televisión Azteca se configuró como parte de un acuerdo al más alto nivel.
“¿Qué es lo que une a Baños, Gómez Alcántar, Guerrero, Nacif y Sánchez Gutiérrez? Son operadores directos de personajes específicos, ni siquiera de partidos políticos: Son enviados de Beltrones, Gamboa, Felipe Calderón, Juan Molinar Horcasitas y hasta Luis Carlos Ugalde, y determinan su voto en función de algún acuerdo político.”
Añade: “Estos cambios de último momento reflejan que la decisión no fue de ellos, sino que se tomó en otra parte. Ellos se prestaron a ser las correas de transmisión de un acuerdo cupular de personajes del PRI y del PAN”.
–¿Un acuerdo en el que intervino Felipe Calderón?
–Sí. Hubo un acuerdo entre Calderón y Beltrones, y sus alfiles son los consejeros del nuevo pentágono.
“Alegatos en bloque”
La tibieza del IFE ante el desafío de las televisoras, que ni siquiera querían recibir los requerimientos de información –que se notificaron en los estrados–, se modificó después de que se dio inicio al proceso sancionador, ante la presunción de que se violentó el artículo 41 constitucional y diversas disposiciones del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) y la Ley Federal de Radio y Televisión.
Aun así, los abogados de Televisa y Televisión Azteca comparecieron ante la Secretaría Ejecutiva para hacer valer su derecho de audiencia y proclamar su inocencia, inclusive con los sarcasmos y burlas del priista Salvador Rocha Díaz, representante legal de la segunda televisora.
El abogado, quien se quejó de no haber sido atendido por el secretario ejecutivo de Prerrogativas y Partidos Políticos, Gamboa, y tras aclarar la razón social de la televisora que representa, de plano soltó, burlón: “¿Quieren mis alegatos en bloque?”
Porque, para él, la transmisión de los promocionales en bloque de hasta seis minutos, precedidos por “cortinillas” y hasta la interrupción de programas de entretenimiento, no significan ninguna violación legal, y hasta gustan, según dijo, a personas que aprovechan el corte para prepararse un “sangüichito”.
Sin embargo, el secretario ejecutivo del IFE, Edmundo Jacobo, aclaró que ninguna de estas conductas fue ordenada por el IFE. “Ni la formación de paquetes promocionales ni la interrupción de programas ni la transmisión simultánea en siete canales, y mucho menos las cortinillas que anticipan la cadena de promocionales”.
Y esta transmisión de spots “de un modo atípico, peculiar, insólito, algo que nunca se había visto en los medios de comunicación en México”, constituye una violación al artículo 350 del Cofipe, que en el inciso b) dispone: “Constituyen infracciones al presente código de los concesionarios o permisionarios de radio y televisión la manipulación o superposición de la propaganda electoral o los programas de los partidos políticos, con el fin de alterar o distorsionar el sentido original, o denigrar a las instituciones o a los partidos políticos o para calumniar a los candidatos”.
“En el caso de Televisión Azteca –explicó Jacobo en la sesión del viernes 13–, existe además un agravante, pues estuvo enviando su señal radiotransmitida de manera diferente, insertando anuncios propios, en lugar de la propaganda político electoral, dentro de la señal que manda y cede a la empresa de televisión por cable, conocida como Sky.”
Según el secretario ejecutivo, “las prerrogativas de los partidos políticos fueron vulneradas. Y algo más: con la manipulación de la propaganda de los partidos políticos que se ha expuesto aquí, el nuevo modelo de comunicación político electoral que aspira a construir la reforma aprobada por el constituyente, permanente en el año 2007, fue puesto en tela de juicio en sus objetivos y en su alcance”.
En su proyecto, el secretario ejecutivo del IFE involucraba al gobierno de Felipe Calderón: “Debido a la seriedad de la situación y a la necesidad de que todas las autoridades públicas actúen cumpliendo con sus obligaciones y acompañando al instituto federal en el proceso en curso, de aprobarse el presente proyecto será entregado con vista a la Secretaría de Gobernación, en tanto autoridad de radio y televisión, según la ley federal de la materia.”
Al final, sólo el consejero presidente avaló en todos sus términos el dictamen elaborado por la Secretaría Ejecutiva, y exhibió públicamente su desacuerdo con el acuerdo firmado con la CIRT, que usó Baños para sustentar la cancelación de las sanciones.
“El IFE, por supuesto, debe mantener abierto el diálogo con todas las partes que participan en el proceso electoral. Pero en ese contexto, el IFE no puede someter a la consideración de sus actores las decisiones que en términos estrictos de aplicación de la ley debe tomar este órgano colegiado.”
Inclusive, Valdés recordó que las cámaras empresariales, como la CIRT, “son interlocutores de rama de actividad económica ante el gobierno, y representan ante ese, ante el gobierno, sus intereses; la afiliación a las cámaras empresariales es voluntaria. Las televisoras, efectivamente, están afiliadas a la CIRT (y) si bien en términos generales respetan los acuerdos que toma esta representación industrial, los acuerdos de esa representación no obligan, jurídicamente, a sus agremiados”.
Impunidad plena
Tras la decisión que tomó, por mayoría, el Consejo General del IFE, Cárdenas y Ackerman coinciden en que la falta de sanción a las televisoras es una “clara abdicación de la autonomía del IFE” y una claudicación ante ese poder informal, que envía un mal mensaje a la sociedad y sobre todo a los poderes fácticos.
“Las televisoras van a actuar con total impunidad y es un mensaje para el resto de los poderes fácticos: los empresarios, los sindicatos y el resto de las televisoras, porque ya saben que, con la presión debida, se puede doblegar al IFE”, expresa Cárdenas Gracia.
Ante el desafío de las televisoras, recuerda, el IFE tuvo la posibilidad de ganar credibilidad con la aplicación de sanciones por violar la Constitución y la ley. “Pero ahora va a ser difícil que los actores respeten su autoridad”, lamenta.
–¿Ya se les fue de las manos el proceso electoral?
–Se les puede ir de las manos con estas decisiones. No es sólo un mensaje a las televisoras, sino a otros actores, como el sindicato que encabeza Elba Esther Gordillo, grupos empresariales, la influencia de los partidos.
“Todo el mundo estará tentado a violar la ley electoral, porque saben que incorporando la presión suficiente no hay sanción. Es un IFE sin fortaleza para sacar las tarjetas rojas que le den orden y equidad al proceso electoral. Este es el anticipo o el inicio de que el proceso de 2009 puede naufragar.”
Cárdenas afirma que el gobierno de Calderón, a través de la Secretaría de Gobernación, debió intervenir como autoridad ante las violaciones a la Ley Federal de Radio y Televisión, pero fue omiso. “Llama la atención la complicidad del gobierno que, ante violaciones a la ley, no actúa. Deja pasar y deja que el IFE sea doblegado por las televisoras, aun cuando se impone una pequeña multa a una de ellas”.
Cárdenas concluye: “Es llamativo: El PRI y el PAN están absolviendo a las televisoras y el gobierno se comporta como su cómplice. Es el PRIAN, con la complicidad del gobierno federal”.
Ackerman advierte, por su parte, de las consecuencias de la decisión que tomó la mayoría de los consejeros del IFE: “Se les está yendo de las manos el proceso electoral. Es un terrible paso en falso”.
Y reitera: “Hubo un acuerdo entre Calderón y Beltrones, y sus alfiles son los consejeros. Y ante eso el PRD tiene una responsabilidad: Si no impugna esta decisión, será una evidencia muy clara de que ellos también están participando en contra de la democracia y de la misma sociedad”.
*Tomado de la revista Proceso.
Enterado desde la noche del 31 de enero de que Televisa y Televisión Azteca decidieron violar la ley con la interrupción de programas para transmitir, en bloques de hasta seis minutos y de manera sincronizada, promocionales partidistas y del Instituto Federal Electoral (IFE), el consejero Marco Antonio Baños no tenía duda: “Ni modo, las vamos a multar”, anticipó.
Pero Baños cambió repentinamente de opinión: De ser tenaz promotor del castigo a las televisoras, pasó a ser animador del perdón... y de la impunidad.
Todavía la tarde del jueves 12, cuando comenzó a circular el proyecto de la Secretaría Ejecutiva del IFE –que acreditó la violación legal de las dos televisoras y la imposición de multas de hasta 11 millones de pesos–, los impulsores de cancelar el proceso sancionador eran los consejeros Marco Antonio Gómez Alcántar, Francisco Guerrero, Benito Nacif y Arturo Sánchez Gutiérrez, no Baños.
Inclusive Gómez Alcántar, Guerrero y Virgilio Andrade fueron los que operaron directamente con Javier Tejado Dondé, abogado de Televisa, y Ernesto Vidal, publirrelacionista de Televisión Azteca, el convenio con la Cámara de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), que compromete a sus agremiados a “procurar” no reincidir en ese comportamiento y a cuya firma no asistió –para no convalidarlo– el consejero presidente, Leonardo Valdés.
Sin embargo, la mañana del viernes 13, en la sesión del Consejo General, Baños fue el que –sorpresivamente– propuso dejar sin castigo los delitos derivados de las “conductas atípicas” de las televisoras que documentó el IFE y fue respaldado por Gómez Alcántar, Guerrero, Nacif y Sánchez Gutiérrez, en una votación dividida de 5 a 4.
El argumento fue que una vez que se firmó el “acuerdo de voluntades”, en el que los miembros de la CIRT –como Televisa y Televisión Azteca– aseguran que ya no van a transmitir promocionales en bloques y hacen el compromiso de “respaldar, apoyar y acompañar” al IFE en el cumplimiento de sus responsabilidades, quedó “sin materia la litis de este punto”.
Y así fue, aun con el voto en contra de Valdés –quien públicamente renegó del convenio con la CIRT y ratificó las violaciones legales de las televisoras–, y de los consejeros Macarita Elizondo, Alfredo Figueroa y Virgilio Andrade, presidente del Comité de Radio y Televisión, quien había anticipado, la tarde del jueves, que la decisión del IFE no dejaría satisfecho a nadie.
“Siempre habrá quienes estén a favor y siempre habrá quienes estén en contra de lo que nosotros digamos.”
–Como que se dobló el IFE ante las televisoras.
–Exacto. Alguien podrá decir que nos doblamos o alguien podría decir que nos excedimos.
Pacto con Calderón
Aunque consejeros y directivos lo murmuran, sujetos a las presiones que tuvieron de las televisoras para que no quedara constancia de que violaron la ley, el exconsejero electoral Jaime Cárdenas no tiene duda de quiénes negociaron la impunidad de Televisa y Televisión Azteca: “Baños es Manlio Fabio Beltrones y los que aprobaron la propuesta que formuló son la línea dura del PRI y del PAN en el IFE. Esta línea dura es la que salvó a las televisoras”.
Cárdenas Gracia, quien desde el inicio del desafío de las televisoras anticipó que difícilmente el IFE aplicaría una sanción ejemplar, recuerda que Baños –quien junto con Nacif son los únicos consejeros que estarán en el cargo hasta 2016– es un operador de Felipe Solís Acero, exsecretario ejecutivo del IFE y colaborador de Beltrones; Guerrero, confeso priista, fue asesor de Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los diputados del PRI, del que es también cercano el consejero Gómez Alcántar.
Sánchez Gutiérrez y Nacif, los otros dos consejeros que votaron a favor del perdón a las televisoras, están identificados con el Partido Acción Nacional (PAN), cuya representación en el Consejo General del IFE, encabezada por Roberto Gil Zuarth, guardó silencio en el debate del viernes, lo mismo que el representante priista, Sebastián Lerdo de Tejada.
El constitucionalista afirma que en esta trama participó Calderón, porque debió intervenir a través de la Secretaría de Gobernación por las violaciones a la Ley Federal de Radio y Televisión. “Llama la atención la complicidad del gobierno que, ante violaciones a la ley, no actúa. Deja que el IFE sea doblegado por las televisoras, aun cuando se le impone una pequeña multa a una de ellas”.
Al respecto, el también jurista John Ackerman, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que el bloque que votó a favor de sobreseer las sanciones a Televisa y Televisión Azteca se configuró como parte de un acuerdo al más alto nivel.
“¿Qué es lo que une a Baños, Gómez Alcántar, Guerrero, Nacif y Sánchez Gutiérrez? Son operadores directos de personajes específicos, ni siquiera de partidos políticos: Son enviados de Beltrones, Gamboa, Felipe Calderón, Juan Molinar Horcasitas y hasta Luis Carlos Ugalde, y determinan su voto en función de algún acuerdo político.”
Añade: “Estos cambios de último momento reflejan que la decisión no fue de ellos, sino que se tomó en otra parte. Ellos se prestaron a ser las correas de transmisión de un acuerdo cupular de personajes del PRI y del PAN”.
–¿Un acuerdo en el que intervino Felipe Calderón?
–Sí. Hubo un acuerdo entre Calderón y Beltrones, y sus alfiles son los consejeros del nuevo pentágono.
“Alegatos en bloque”
La tibieza del IFE ante el desafío de las televisoras, que ni siquiera querían recibir los requerimientos de información –que se notificaron en los estrados–, se modificó después de que se dio inicio al proceso sancionador, ante la presunción de que se violentó el artículo 41 constitucional y diversas disposiciones del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) y la Ley Federal de Radio y Televisión.
Aun así, los abogados de Televisa y Televisión Azteca comparecieron ante la Secretaría Ejecutiva para hacer valer su derecho de audiencia y proclamar su inocencia, inclusive con los sarcasmos y burlas del priista Salvador Rocha Díaz, representante legal de la segunda televisora.
El abogado, quien se quejó de no haber sido atendido por el secretario ejecutivo de Prerrogativas y Partidos Políticos, Gamboa, y tras aclarar la razón social de la televisora que representa, de plano soltó, burlón: “¿Quieren mis alegatos en bloque?”
Porque, para él, la transmisión de los promocionales en bloque de hasta seis minutos, precedidos por “cortinillas” y hasta la interrupción de programas de entretenimiento, no significan ninguna violación legal, y hasta gustan, según dijo, a personas que aprovechan el corte para prepararse un “sangüichito”.
Sin embargo, el secretario ejecutivo del IFE, Edmundo Jacobo, aclaró que ninguna de estas conductas fue ordenada por el IFE. “Ni la formación de paquetes promocionales ni la interrupción de programas ni la transmisión simultánea en siete canales, y mucho menos las cortinillas que anticipan la cadena de promocionales”.
Y esta transmisión de spots “de un modo atípico, peculiar, insólito, algo que nunca se había visto en los medios de comunicación en México”, constituye una violación al artículo 350 del Cofipe, que en el inciso b) dispone: “Constituyen infracciones al presente código de los concesionarios o permisionarios de radio y televisión la manipulación o superposición de la propaganda electoral o los programas de los partidos políticos, con el fin de alterar o distorsionar el sentido original, o denigrar a las instituciones o a los partidos políticos o para calumniar a los candidatos”.
“En el caso de Televisión Azteca –explicó Jacobo en la sesión del viernes 13–, existe además un agravante, pues estuvo enviando su señal radiotransmitida de manera diferente, insertando anuncios propios, en lugar de la propaganda político electoral, dentro de la señal que manda y cede a la empresa de televisión por cable, conocida como Sky.”
Según el secretario ejecutivo, “las prerrogativas de los partidos políticos fueron vulneradas. Y algo más: con la manipulación de la propaganda de los partidos políticos que se ha expuesto aquí, el nuevo modelo de comunicación político electoral que aspira a construir la reforma aprobada por el constituyente, permanente en el año 2007, fue puesto en tela de juicio en sus objetivos y en su alcance”.
En su proyecto, el secretario ejecutivo del IFE involucraba al gobierno de Felipe Calderón: “Debido a la seriedad de la situación y a la necesidad de que todas las autoridades públicas actúen cumpliendo con sus obligaciones y acompañando al instituto federal en el proceso en curso, de aprobarse el presente proyecto será entregado con vista a la Secretaría de Gobernación, en tanto autoridad de radio y televisión, según la ley federal de la materia.”
Al final, sólo el consejero presidente avaló en todos sus términos el dictamen elaborado por la Secretaría Ejecutiva, y exhibió públicamente su desacuerdo con el acuerdo firmado con la CIRT, que usó Baños para sustentar la cancelación de las sanciones.
“El IFE, por supuesto, debe mantener abierto el diálogo con todas las partes que participan en el proceso electoral. Pero en ese contexto, el IFE no puede someter a la consideración de sus actores las decisiones que en términos estrictos de aplicación de la ley debe tomar este órgano colegiado.”
Inclusive, Valdés recordó que las cámaras empresariales, como la CIRT, “son interlocutores de rama de actividad económica ante el gobierno, y representan ante ese, ante el gobierno, sus intereses; la afiliación a las cámaras empresariales es voluntaria. Las televisoras, efectivamente, están afiliadas a la CIRT (y) si bien en términos generales respetan los acuerdos que toma esta representación industrial, los acuerdos de esa representación no obligan, jurídicamente, a sus agremiados”.
Impunidad plena
Tras la decisión que tomó, por mayoría, el Consejo General del IFE, Cárdenas y Ackerman coinciden en que la falta de sanción a las televisoras es una “clara abdicación de la autonomía del IFE” y una claudicación ante ese poder informal, que envía un mal mensaje a la sociedad y sobre todo a los poderes fácticos.
“Las televisoras van a actuar con total impunidad y es un mensaje para el resto de los poderes fácticos: los empresarios, los sindicatos y el resto de las televisoras, porque ya saben que, con la presión debida, se puede doblegar al IFE”, expresa Cárdenas Gracia.
Ante el desafío de las televisoras, recuerda, el IFE tuvo la posibilidad de ganar credibilidad con la aplicación de sanciones por violar la Constitución y la ley. “Pero ahora va a ser difícil que los actores respeten su autoridad”, lamenta.
–¿Ya se les fue de las manos el proceso electoral?
–Se les puede ir de las manos con estas decisiones. No es sólo un mensaje a las televisoras, sino a otros actores, como el sindicato que encabeza Elba Esther Gordillo, grupos empresariales, la influencia de los partidos.
“Todo el mundo estará tentado a violar la ley electoral, porque saben que incorporando la presión suficiente no hay sanción. Es un IFE sin fortaleza para sacar las tarjetas rojas que le den orden y equidad al proceso electoral. Este es el anticipo o el inicio de que el proceso de 2009 puede naufragar.”
Cárdenas afirma que el gobierno de Calderón, a través de la Secretaría de Gobernación, debió intervenir como autoridad ante las violaciones a la Ley Federal de Radio y Televisión, pero fue omiso. “Llama la atención la complicidad del gobierno que, ante violaciones a la ley, no actúa. Deja pasar y deja que el IFE sea doblegado por las televisoras, aun cuando se impone una pequeña multa a una de ellas”.
Cárdenas concluye: “Es llamativo: El PRI y el PAN están absolviendo a las televisoras y el gobierno se comporta como su cómplice. Es el PRIAN, con la complicidad del gobierno federal”.
Ackerman advierte, por su parte, de las consecuencias de la decisión que tomó la mayoría de los consejeros del IFE: “Se les está yendo de las manos el proceso electoral. Es un terrible paso en falso”.
Y reitera: “Hubo un acuerdo entre Calderón y Beltrones, y sus alfiles son los consejeros. Y ante eso el PRD tiene una responsabilidad: Si no impugna esta decisión, será una evidencia muy clara de que ellos también están participando en contra de la democracia y de la misma sociedad”.
*Tomado de la revista Proceso.
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